domingo, 29 de septiembre de 2013

El asentamiento de la primavera.

Te quiero gritar pero ya no estás.
En el hueco de lo cotidiano, todo solucionado.
Domingo, interferencia.
En el hueco de lo cotidiano, todo mal.

Te quiero gritar pero ya no estás.
¿Cómo te voy a perdonar?
Hay motivos para hacerse mal,
vos me quisiste de verdad.

Te quiero gritar pero ya no estás.
No hace faltar vigilar.
La puerta de la garganta cerrada está.
Las luces del estómago palpitan.

Te quiero gritar pero ya no estás.
Y te quise borrar pero no hay papel secante,
no hay lija ni borratintas que me saque

 este tinto avinagrado de la sangre.

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