Te quiero gritar pero ya no
estás.
En el hueco de lo cotidiano, todo
solucionado.
Domingo, interferencia.
En el hueco de lo cotidiano, todo
mal.
Te quiero gritar pero ya no
estás.
¿Cómo te voy a perdonar?
Hay motivos para hacerse mal,
vos me quisiste de verdad.
Te quiero gritar pero ya no
estás.
No hace faltar vigilar.
La puerta de la garganta cerrada
está.
Las luces del estómago palpitan.
Te quiero gritar pero ya no
estás.
Y te quise borrar pero no hay
papel secante,
no hay lija ni borratintas que me
saque
este tinto avinagrado de la sangre.
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